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lunes, 22 de mayo de 2017

LAS REDES SOCIALES Y SU INFLUENCIA EN NUESTRO ÁNIMO

Todos los días, muchos somos testigos de escenas diarias en la calle, escuela, oficinas, y demás espacios públicos: personas absortas con la vista clavada en sus celulares, 5 de cada 10 conductores mirando el celular mientras conducen. ¿Pero qué DIABLOS está la gente mirando con tanta desesperación?: SUS REDES SOCIALES!

En los últimos años, muchos investigadores han llegado a acumular una pila creciente de evidencias que sugieren que el uso de Facebook puede estar vinculado a la infelicidad. Y, en realidad, si eres mi mamá o mis tías que le llaman “feis” a todo aquello que pueda referirse a Instagram, Twitter, Snapchat entre otras,. De hecho, el usuario promedio de Facebook pasa casi una hora en el sitio todos los días, de acuerdo con datos proporcionados por la misma empresa el año pasado. Hoy más que nunca la revisión de aplicaciones de medios sociales es la primera cosa que los asiduos a usarlas hacen en la mañana —incluso antes de levantarse de la cama— ¿Y LA ORACIÓN?

Por supuesto, el problema no radica en ser sociales. Nuestra especie es social por naturaleza y disfruta del sentimiento de pertenenciaal grupo: a nivel social, la pertenencia es la circunstancia de ‘formar parte’ ya sea de un clan, un equipo, una comunidad u otro tipo de conjunto. El sentido de pertenencia, por tanto, es la satisfacción que experimenta una persona al sentirse parte integrante de algopor el mero hecho de pertenecer este. Los seres humanos tienen una fuerte necesidad de sentirse conectados, formar parte de algo más grande y son felices cuando efectivamente están en ese estado en el que son una pieza de algo más importante que ellos mismos. Y esto ocurre aún si son introvertidos.
Miles de estudios han llegado a la conclusión de que la mayoría de los seres humanos prosperan cuando tienen RELACIONES FUERTES Y POSITIVAS (fuertes y positivas!) con otros seres humanos. De hecho, se ha llegado a demostrar, con el estudio más largo de vida adulta realizado en la historia, que es uno de los principales ingredientes de la felicidad.
Entonces, ¿cómo que las redes sociales hacen daño? Porque generan relaciones superficiales y negativas, no FUERTES Y POSITIVAS. El problema es que la mayoría de los estudios sobre la interacción entre personas se han hecho utilizando el mundo real o “interacciones cara a cara”; en contraste, las relaciones en línea son cada vez más comunes pero NO SON LO MISMO. Por lo tanto, aunque sabemos que la antigua interacción social es saludable, esta está siendo sustituida, con la sociabilidad en la red, la cual tiene particularidades menos positivas.
Si empezamos por el principio, parece que el inicio de esta línea de investigación nació en 1998 de la mano de Robert Kraut, un psicólogo que estudia la interacción humana y la computación en la Universidad Carnegie Mellon. Su estudio examinó el impacto social y psicológico de Internet en 169 personas durante su primer par de años en línea. Aunque la muestra era muy pequeña, nada comparado con los miles de sujetos que se han investigado después, encontró que CUANTO MÁS TIEMPO SE DEDICA A INTERNET TANTO MENOR ES LA INTERACCIÓN CON PERSONAS EN LA VIDA REAL, cuantos más “seguidores” y “contactos” en el “feis” tiende a significar menos amigos en las redes de la vida real y el aumento de la depresión y la soledad.
Desde entonces, los investigadores han encontrado tendencias similares en las personas que usan Facebook. En 2015, un equipo de investigadores daneses pidió a los participantes de un estudio de 1.095 personas ALGO MONSTRUOSO Y NUNCA HECHO EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD: dejaran de usar la red social durante toda una semana: aquellos que lo hicieron experimentaron un aumento significativo en la concentración, la felicidad y la satisfacción con su vida social.
En la misma línea, los investigadores de la Universidad de Pittsburgh estudiaron 1.787 adultos jóvenes en los Estados Unidos y encontraron que el uso de medios sociales en ellos se correlaciona fuertemente con la depresión.
Facebook, Youtube, Instagram, Twitter y Snapchat se han vuelto "indispensables" en el día a día de la mayoría de adolescentes y son pocos los que renuncian a tener presencia en alguna de estas redes.
Pero la actividad en estas plataformas les generan depresión, ansiedad, problemas de sueño e inseguridad, según ellos mismos admiten en un estudio realizado en Reino Unido.
Una encuesta efectuada a principios de año por la Sociedad Real de Salud Pública (RSPH, por sus siglas en inglés) reveló que sólo una de las cinco redes sociales tiene un efecto positivo en la salud mental de los jóvenes: YouTube.
Al resto, en general, les afecta de forma negativa, siendo Instagram la que peores resultados obtuvo, seguida de cerca por Snapchat, Facebook y Twitter.
La RSPH les pidió a 1.479 británicos de entre 14 y 24 años que valoraran cómo cada una de estas redes sociales impactaba en su salud y bienestar.
La conclusión, OJO PAPÁS, fue que todas empeoraban su salud mental en cuatro aspectos: la calidad del sueño, la imagen corporal, el ciberacoso y el sentimiento de estar perdiéndose algo.
Cuando se apaga el ordenador, queda la tableta y si a ésta se le agota la batería, siempre está el celular. El acceso a estas redes se ha vuelto cada vez más fácil y ubicuo, y las notificaciones dificultan que uno se pueda desconectar.
No es de extrañar, entonces, que a muchos jóvenes les cueste quitar la vista de la pantalla y meterse en la cama.
Varios estudios ya han sugerido la relación entre los problemas para dormir y el estar mirando las redes sociales en el celular.
Algunos investigadores incluso creen que las luces LED de estos dispositivos interfieren con los mecanismos cerebrales que producen la melatonina, la hormona del sueño.
Según la RSPH, Facebook y YouTube son las redes sociales que más le quitan el sueño a los jóvenes y Twitter, la que menos.
20 de cada 100 jóvenes aseguran que se despiertan de madrugada para revisar sus mensajes, lo que ocasiona que se sientan hasta tres veces más cansados en clase que sus compañeros que no usan las redes por la noche.
La salud mental y el sueño están estrechamente ligados. Dormir mal o poco puede causar en estas edades problemas de crecimiento, depresión/ansiedad que resulte en buscar estupefacientes y problemas físicos como presión alta, diabetes y obesidad.
Por eso, es FUNDAMENTAL que los adolescentes duerman cada noche entre 1 y 2 horas más que un adulto.
También dicen que el uso de las redes sociales disminuye tiempo dedicado a actividades significativas; aumentar el comportamiento sedentario – obesidad física, intelectual y espiritual dañando directamente la autoestima a través de la comparación social. La imagen corporal es un tema delicado en la adolescencia, una etapa en la que uno es más vulnerable al rechazo y a lo que piensen los demás.
Según la encuesta, TODAS las redes contribuyen a que los jóvenes empeoren la opinión que tienen de su cuerpo. Instagram resultó ser la más dañina en este sentido, seguida de Facebook, Snapchat, Twitter y YouTube.
El informe de la RSPH recoge las conclusiones de otros estudios que indican que cuando se expone a mujeres jóvenes a Facebook durante un corto periodo de tiempo, sus preocupaciones sobre su imagen corporal aumentan por encima de las de aquellas que no lo usan: Comienzan a expresar su deseo de cambiar su apariencia e, incluso, de recurrir a la cirugía plástica.
"Es interesante ver que Instagram y Snapchat lideran la lista de las peores redes sociales para la salud mental. Ambas son plataformas fuertemente enfocadas en las imágenes y, al parecer, pueden estar produciendo sentimientos de insuficiencia y ansiedad en los jóvenes",le dijo a la BBC la directora de RSPH, Shirley Cramer.
Si las fotos son la clave (LAS FOTOS!!!), Facebook puede resultar una fuente infinita de personas con quiénes compararse, según la RSPH: cada hora se suben 10 millones de imágenes nuevas a esta plataforma.
El resultado del más reciente, publicado en el Journal of Epidemiology, y que usó concretamente a Facebook también, muestra que “el uso de Facebook se correlaciona significativamente con la disminución del bienestar general en los últimos años, así como las categorías más específicas de la salud física, la salud mental y la satisfacción con la vida”.
BÁSICAMENTE la adicción a las redes sociales equivale a ser adictos a sentarse en una banca del parque durante horas y horas a ver pasar gente feliz y compararte mentalmente con todos ellos mientras no interactúas realmente con ninguno ni haces nada para sentirte feliz tú mismo.
Los adolescentes aseguran que Facebook es el canal más empleado para el ciberacoso.
Ya un estudio publicado por la asociación contra el bullying Ditch the Label (Deshazte de la etiqueta) concluyó en 2013 que los jóvenes son dos veces más vulnerables a ser víctimas de esta conducta en Facebook que en cualquier otra red social.
Si bien muchas de estas empresas aseguran tener mecanismos para combatirlo, una encuesta de la plataforma Bullying UK arrojó que en el 91% de los casos en los que jóvenes habían reportado episodios de ciberacoso, no hubo ninguna consecuencia.
"… Las redes sociales han incrementado mis niveles de ansiedad y ansiedad social... Me preocupa constantemente lo que los demás piensen de lo que escribo y las fotos que comparto" LA AUTOESTIMA SUSTENTADA EN EL NÚMERO DE LIKES QUE RECIBO.
Otro de los impactos negativos de las redes sociales es que generan miedo de estarse perdiendo algo: un evento social o cualquier actividad en la que otros se hayan divertido.

YO NO SÉ USTEDES, pero yo cada día confirmo que mi decisión de no tener FACEBOOK ha sido la correcta: